Pues bien, esta tarde he vuelto a pensar en ello y en lo raro que se está convirtiendo este mundo nuestro. Cada día mueren cientos de personas en Siria, Corea del Norte, Venezuela, México o Ucrania, por ejemplo, por la sinrazón humana y parece que todos, sin exclusión, miramos para otro lado.
Se cae el 'guasap' una tarde de sábado como esta y la noticia corre por las redes sociales y por los medios de comunicación como la pólvora. Hace unos días la venta millonaria de Whatsapp provocó otra conmoción informativa en todo el mundo. ¿Qué está pasando para que sendos impactos tecnológicos muevan más conciencias que la muerte de miles de inocentes?
El sábado estuve viendo la exposición Un Banquete Cruel . PourQuoi? de Ouka Leele en el Círculo de Bellas Artes y me quedé paralizada cuando estaba viendo el vídeo que protagoniza una periodista de raza negra, quién va narrando las atrocidades que se cometen contra las mujeres todos los días en la República Democrática del Congo. Es intolerable que en el año 2014 sigan ocurriendo estas cosas.
ResponderEliminarComparto tu opinión, Alicia. Gracias por tu comentario. Un saludo.
EliminarEs increíble como nos estamos dejando dominar por éste tipo de instrumentos, para mi de control. Son útiles, es cierto, pero nunca debemos sobrepasar esa delgada línea de la necesidad a la dependencia
ResponderEliminarCon la de cosas que podemos hacer un sábado tarde... Pero claro, Jesús, ahora todos estamos enganchados a esos aparatitos que parecen controlarnos todo.
EliminarComo la naturaleza, en las redes la vida se abre camino. La caída de WhatsApp unas horas supuso el auge de otras herramientas como Line o Telegram.
ResponderEliminarSiempre es bueno, Rafa, que existan planes B para todo. ¿Y si se caen estos también? Pues ya buscaremos la fórmula para seguir adelante. #OptimismoDigital sobre todo.
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